La mayoría de los problemas que surgen entre una empresa desarrolladora de software y su cliente se deben a una indefinición del objeto del contrato. Ya sea por ignorancia, descuido o buena o mala fé, muchas veces no se termina de concretar este aspecto, por lo que a fin de evitar desajustes entre lo que el cliente quiere y lo que finalmente contrata y la empresa de software realiza, conviene que en una fase precontractual se delimite la prestación del servicio.
En caso de juicio, el cliente podría alegar un cumplimiento defectuoso (insuficiente según sus expectativas, acuerdos o conversaciones previas) y exigir una rescisión parcial y una indemnización por daños y perjuicios, o pedir la anulación del contrato por vicios en el consentimiento, ya sea por error en las cualidades del programa o engaño (dolo), con la consecuencia de que las partes estarían obligadas a la restitución de sus prestaciones. La empresa desarrolladora debería devolver las cantidades recibidas a cuenta, junto con los intereses devengados, y el cliente las entregas, módulos o partes de la aplicación recibida (códigos fuente y objeto), manuales y demás documentación.
Al margen de que algunos de los problemas anteriores pueden evitarse fraccionando la ejecución del contrato, en la fase precontractual debe existir un flujo de comunicación claro entre los representantes de las partes. El proceso de inicia con la determinación de los requerimientos iniciales, esto es, los fines y objetivos de la aplicación, que debe presentar el cliente y que posteriormente analiza el proveedor, a partir del cual elabora un Análisis Funcional que incluye las especificaciones y requerimientos técnicos, metodología, plan de desarrollo, y los entregables y módulos que comprende.
En ocasiones, el Análisis de Requerimientos se sustituye por un Estudio de Viabilidad que permite determinar en profundidad si la aplicación puede llevarse a cabo de acuerdo con los parámetros y necesidades del cliente. Dado que esto supone una inversión en recursos y tiempo importante, suele pactarse como un contrato autónomo. En cualquier caso, el Análisis Funcional debe existir siempre ya que es realmente lo que constituye el objeto del contrato.
Me parece super interesente el contenido del artículo, me gustaría saber si existe un template o check list de lo mínimo que debe contener un contrato y las cosas que hay que tomar en cuenta para que sea equilibrado y no a favor de uno u otro.
Buen trabajo,
Saludos,
hola como esta espero que bien. Soy estudiante de ing. de sistemas y necesito un gran favor haber si me fascilitaria un contrato de software ya que es para llevar un ejemplo real en la clases de calidad del software y como estube buscando en en internet no he encontrado ejemplos y seria de gran ayuda si me colabarara en esta investigacion.
gracias por su tiempo y exitos.
Alexander Rodriguez
Colombia