La situación no es especialmente agradable para España. Ni mucho menos. Según datos de asociaciones sectoriales de ámbito mundial, es uno de los focos idóneos para el software ilegal, con un índice de piratería que se sitúa en el 46 por ciento, diez puntos mayor que el de la media europea. La industria informática asegura que si no se corrige este rumbo, España podría perder el tren de la innovación. Entre las causas que Business Software Alliance, la asociación mundial de la industria del software, relaciona con España destacan el fuerte incremento de la venta de ordenadores en 2005 –en torno a 4 millones de PC’s– un 30 por ciento más que el ejercicio precedente, que no en todos los casos generaron la pertinente venta de software legal.
La denuncia de BSA acusa directamente a los puntos de venta –más de uno de cada diez vende ordenadores equipados con programas instalados sin licencia– e incide en que falta concienciación ciudadana. Entre otras cuestiones, porque la afloración de este mercado negro hasta los límites medios de la UE aportaría al sector hispano de las tecnologías de la información un crecimiento del 58 por ciento, en plena brecha digital con los socios europeos, y generaría, en términos cuantitativos, 2.600 millones de euros adicionales al PIB, y entre 4.000 y 6.000 puestos de trabajo. Además, reportaría a las arcas de Hacienda 445 millones de euros en impuestos. […]
En la industria musical el termómetro también resulta desalentador. En España, uno de los diez mercados mundiales más afectados por estas prácticas ilegales, se descargan más de 500 millones de archivos musicales por Internet. Cada segundo, se ‘bajan’ 16 canciones. Es decir, que no es ‘top manta’ todo lo que desluce la creatividad musical en España. La Federación Internacional de Productores Discográficos (IFPI) calcula que, en 2005, se distribuyeron en España 12,5 millones de copias falsas de CD y DVD, una rémora achacable a la venta ambulante. Pero, al mismo tiempo, se realizaron más de 508 millones de descargas ilegales de archivos, casi el doble del ejercicio anterior. La piratería musical, en cualquiera de sus versiones, ha destruido el 40 por ciento del mercado en el último lustro, con pérdidas para productores, autores, artistas, distribuidoras, fabricantes e, incluso, para Hacienda superiores a los 500 millones de euros.
Diego Herranz, Guerra a la piratería comercial, Escritura Pública núm. 42, Consejo General del Notariado.
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