A mitad del mes pasado, Terra lanzaba Pixbox, un servicio de descarga de música por medio de una plataforma P2P. Su acogida en Internet fue más bien tibia, principalmente por los precios (a pesar de que la tarifa plana es barata), porque incorporaba tecnología DRM y porque venía de la mano de la SGAE. Como ventaja de la red P2P se ofrece un porcentaje del valor del contenido si otro usuario se descarga contenido de nuestro espacio personal, cuya cuantía no se indica aún cuando el artículo 13.1 de la Ley de Consumidores les obliga a ello.
Las condiciones legales del servicio limitan su reproducción en 3 PCs, 3 copias a CD y en 3 reproductores portátiles externos (se acompaña lista) compatibles con el DRM de Microsoft, aunque la licencia particular de un fichero puede establecer condiciones más favorables. La parte técnica (qué información de nuestro equipo obtienen, sin nuestro permiso ni conocimiento, para poder hacer efectiva esa limitación) la dejaré para otros, pero en cualquier caso dichas limitaciones, en una plataforma de uso personal como esta, van en contra de la copia privada establecida en la Ley de Propiedad Intelectual, que en modo alguno habla de un número de copias posibles sino que se refiere sólo a su finalidad, así que para ello no va a quedar más remedio que eliminar la protección, a pesar de que esté expresamente prohibido por las mencionadas condiciones legales (que para aquellos que consideran la copia privada como un derecho podrían ser abusivas). En cierto sitio enlazaban a este tutorial que puede ser de utilidad. Quedan advertidos de que esto sólo debe usarse para hacer copias privadas y que cualquier otro uso podría ser ilícito. Ya saben, por dar información de este tipo podría ocurrírseles interponerme una demanda.
Por último, los aspectos de protección de datos. Terra es menos escrupulosa que en su política general de privacidad y directamente indica que el usuario consiente la cesión de datos a entidades indeterminadas (grupo Telefónica) que incluso podrán estar en el extranjero (transferencia internacional de datos), lo que ya ha indicado la Agencia de Protección de Datos que no tiene validez alguna.
[…] a la hora de disfrutar del catálogo que ha adquirido legítimamente. Además, en España restringe el ejercicio de un derecho reconocido por la Ley de Propiedad Intelectual: la copia privada. Los contenidos adquiridos en […]